La exitosa historia de IWC comenzó en 1868, cuando el ingeniero estadounidense Florentine Aristo Jones se instaló en Schaffhausen, Suiza.
Su socio comercial, Johann Heinrich Moser, había inventado un sistema con el que podían utilizar la energía hidroeléctrica del Rin con fines industriales y comenzar la producción de relojes mecanizados. Un año más tarde, la manufactura de Schaffhauser pudo producir 10.000 relojes para el mercado estadounidense. El aumento de los derechos de importación a EE. UU. obligó a IWC a buscar otros mercados de venta. IWC entró en el negocio de la joyería y la relojería, especialmente en Alemania.
Los productos principales de IWC eran los relojes de pulsera, pero también los relojes de piloto, cada vez más precisos, que se podían llevar sobre las chaquetas de los pilotos.
A principios del siglo XX, volar era una aventura apasionante. El vuelo de Charles Lindbergh con su “Spirit of St. Louis” a través del Atlántico en 1927 fue uno de los principales eventos mediáticos y atrajo la atención mundial. Problemático para los pilotos de esta época fue el hecho de que los instrumentos electrónicos no proporcionaban cálculos fiables. Al principio los relojes de bolsillo se usaban como ayuda para la navegación, pero no resistían las operaciones extremas en los aviones, la lectura durante el vuelo era casi imposible. Para facilitar la medición del tiempo en la cabina, IWC desarrolló el “reloj especial para aviadores”.
Hasta la fecha, estos relojes de aviador antiguos son muy populares entre los coleccionistas. En 2002 se lanzó el Gran Piloto. Con un diámetro de 46 milímetros, es mucho más pequeño que el reloj piloto original de los años 30, pero sigue siendo popular entre los amantes de los relojes grandes. El buque insignia de IWC está equipado con el mayor movimiento automático de la manufactura Schaffhauser, el calibre 51111. Se considera un homenaje al reloj de navegación de la Luftwaffe alemana del año 1940. 10 años después, IWC dedicó una edición limitada del reloj piloto al escritor y piloto Antoine de Saint Exupéry.